(The) Death of & (My) Memory about Mikel Laboa

Maybe Mikel Laboa is not very popular for those that have not grown up being Basques. For those who I share my feelings with, they may understand what I felt when on the 1st December 2008 Mikel Laboa passed away. At that time, I was writing at night at 3:30am and the sort of David Lynch night in Twin Peaks mixes mad screaming. Mikel Laboa had just died. The article tells this story.

3:30 de la madrugada. Estoy despierto. Y el twitter me lo chiva: “Mikel Laboa hil da.”

Cojo corriendo el cell phone y le mando un sms a mi madre. (No lo sabía aún)

La luna de Twin Peaks se ha quedado muda. Y las estrellas…empiezan a gritar “komunikazio-inkomunikazioa”. Gritos verdaderamente lynch-ianos. (¿Será porque vivo donde vivió el director de cine, Spike Jonze…o porque aquí cerca, se rodó, la mítica serie Twin Peaks de David Lynch?)

De repente,  suena “37 galdera” con un gran estruendo de polvo de estrellas y retrocedo 25 años atrás. Abro los ojos y me encuentro en la cocina de la casa de mi madre. Mariano Ferrer en la radio y Mikel Laboa cantando (“oroitzen zaitudanean ama, sukaldean egoten zara”). Eta oroitzen dut. Que te agarraba del corazón y no te soltaba; que te llevaba a gasolineras Shell, a Groenlandia o Greenland. Entonces no le entendía nada. Y a veces le preguntaba a la ama, “baina hori ez da euskara? Zein hizkuntzatan kantantzen du hain arraro?” Y mi madre me contestaba, “berak asmatzen du”. Y yo, a mis 8 años, pensaba, menudo cantante más raro y extraño. Pensaba, “¿quién quiere cantar en un idioma que nadie entiende? Ni incluso el mismo”. Luego llegaba, “Baga biga higa”…que me llevaba a un mundo de brujas y akelarre, con acordes que eran sacados de un conjuro o sortilegio. Era como meterse en un bosque y dejarse perder. Te agarraba (despacio y casi sigilosamente), pero te llevaba sin pedir permiso a las propias entrañas de nuestro pedazo de tierra: “Amalur”. Y la ama me esperaba en la cocina, confiada de que algún día volvería del viaje casi mágico por el que Mikel Laboa se había llevado a su hijo de 8 años.

Ahora entiendo a Mikel Laboa. Y por qué mi madre confiaba en él.

LEHIO

Nos ha dejado. Espero podamos aprender de él: Hacer compatible vivir con el olor de nuestros montes y ser totalmente vanguardistas, a la vez. Mikel Laboa, él sí, era un innovador. Sin esencialismos, con alma y respeto. Sí, idealista e innovador, de los que me gustan a mí además: Ixil-ixilik eta poliki-poliki.

En EE.UU. ha muerto Odetta. ¿Tenemos recambio para los idealistas y luchadores que nos dejan, en una época donde es políticamente in-correcto “serlo”?

La última vez que vi a Mikel Laboa en directo fue con Mr. Dylan. Aquella tarde pensé, que sería increible verle junto a Björk, ambos acompañados con guitarra flamenca. No va a poder ser.

La muerte de Mikel Laboa, es triste que te coja en cualquier lugar pero… fuera de casa, lejos de la “amalurra” y lejos también de la cocina de mi madre de hace 25 años.  Ahí es desde donde escribo esto. (http://www.fastfatum.com/maite-ditut-maite)

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Goian bego Mikel Laboa, forever gure bihotzetan. Gero arte eta ohore.

“`Zu´ sortu zinen enbor beretik sortuko `gara´ besteak”

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Ps: Conduciendo por la Interstate 80 East, me ha parecido ver a Mikel Laboa con su gorra negra cangoo y conduciendo un mustang blanco. Y cuando le he mirado a la cara, estaba sonriendo.

Mikel Laboa nos ha dejado como Charlie Parker: Sonriendo.

Igor Calzada

Twin Peaks, San Francisco, (USA). 1 Diciembre 2008.

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